TIENDA DE VINOS ADIBIBENDUM

En EL ARCHIVO no solo puedes degustar los exquisitos vinos de AdBibendum, sino también adquirirlos para beber en casa o con amigos.

Pasión del viñedo a tu copa

Basados en su amor por la profesión, la gente y lo que simplemente describen como una bebida de los dioses, Björn Monard van Adbibendum y su equipo estarán más entusiasmados que nunca en todo el mundo buscando los vinos más bellos para ti.

Bebamos. Esa es la traducción libre de ad Bibendum. Pero nada por supuesto. Afortunadamente, existen catadores con barriles de experiencia que estarán encantados de compartir sus conocimientos contigo para que puedas descorchar las botellas más deliciosas para cada ocasión. Porque el vino es sinónimo de experiencia, disfrute y placer. Desde 1997, Johan y Björn Monard han dejado los caminos trillados y han buscado en el mundo enólogos que, a través de su incansable esfuerzo, produzcan vinos con carácter, entusiasmo y emoción. Desde septiembre de 2021, Björn continúa solo con el trabajo de su vida. Johan sigue disfrutando de la hermosa vida en España.

a la fuente

En esta búsqueda trabajan directamente con el viticultor. “Visitamos sus viñedos, estudiamos los varietales, nos escuchamos, degustamos y cenamos. Los sabores, los aromas y el maridaje entre el vino y la comida son objeto de debate. El vínculo amistoso que se crea de esta manera nos pone en la pista de los nuevos y refinados vinos que esperas de nosotros”, dice Johan. Los conocedores de ad Bibendum se centran en las bodegas más pequeñas. Björn: “Buscamos algo más pequeño, más fino, más personal y más auténtico. Es por eso que a veces preferimos variedades de uva autóctonas menos conocidas. Hoy nadie cuestiona la calidad de los vinos del mundo cuidadosamente seleccionados”.

Puede saborear esos años de experiencia en toda la gama. Por ejemplo, ad Bibendum cuenta ya con nada menos que 1.200 referencias, de las que actúa como distribuidor exclusivo en el Benelux. “Importamos vinos de 16 países, de América Latina a Austria, de Australia y Nueva Zelanda a Portugal, de Sudáfrica a España y Estados Unidos, sin olvidar la extensa colección de vinos clásicos franceses”, dice Johan. “Todos los años se añaden nuevos vinos. Otros abandonan porque la calidad ya no cumple con nuestros estándares o cuando el viticultor toma decisiones con las que no estamos de acuerdo”, agrega Björn.